2. "Hacia el fin del mundo"

Toda esta historia empezó una noche lluviosa, entre sábado y domingo. Soledad no podía dormir así que decidió coger su portátil y ponerse ha escribir lo que le pasara por la cabeza.

“Fernando era el chico de mis sueños; alto, delgado, con los ojos azules, ese azul turquesa que...”

Se detuvo en seco, estaba describiendo a Nil, ese maldito chico por el que esa mañana se le había corrido el rimel. ¿Quien se creía que era él? Plantarla así el día que cumplían un año de relación, y encima, por su hermanastra. Eso solo lo hacían las malas personas, aún que viendo como era Nil, decir que era mala persona era quedarse corto.
Miró el reloj, las tres de la madrugada...
Rebuscó y encontró, en una carpeta en lo más interior de su chatarra de ordenador un archivo que se titulaba: “Hasta el fin del mundo”. Lo abrió. ¡Ahora se acordaba! Eso fue un intento fallido de una obra de teatro al estilo Romeo y Julieta. Se había quedado a la mitad de una oración y sabía porque. Nil, para variar, había dejado algo a la mitad por él. Creyó que sería bonito continuarlo...
Eran las 5 y media. Soledad miró el reloj una vez más. La historia estaba cada vez más interesante. Se prometió a si misma que esta vez si que era de verdad, que acababa la frase y plegaba, pero como las ultimas doce veces, la incumplió. Esto empezaba a ser adictivo, pero algo parecido a un pegamento le enganchaba a Oscar y Maite los protagonistas de aquella maravillosa obra que cada vez se hacía más complexa y más dulce. Mientras escribía aquellos párrafos estuvo más segura de si misma; había hecho bien de elegir periodismo como carrera profesional.
Tenía que dejar de escribir. 3,2,1...
“¡Solo una ultima palabra!” pensó.
Le dio pena dejar a Maite a mitad de saber si de verdad Oscar le quería, pero pensó que seria bueno dormir, aunque solo fueran tres horas antes de ir a la presentación de la universidad.
Así que guardó el documento, apago el ordenador y con el clasico ruido de Windows al apagarse, se cerraron sus ojos y con ellos, por ese momento, su imaginación.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cada comentario hace mi dia más feliz. ¡Deja uno y alegrame el dia!
Lo estoy esperando...