12. "Tienes 1 minuto...."



El aire era frío y gracias a las típicas luces en las tiendas todo cambiaba. Era Navidad. Era la primera vez que no pasaba las fiestas en casa, por mucho que lo hubiera intentado, tenia ensayo el 24 por la mañana y la tarde del 26. Mariana le invitó a pasarlas con su familia, pero ella se negó. Las pasó sola en la habitación de su hotel.

Hacia las 12 le llegó un mensaje:


“Feliz Navidad, princesa. Te esperé hasta tarde en el restaurante, pero no viniste… L. Te doy otra oportunidad. El 31 a las 12 de la noche debajo de la Torre Eiffel.” ¡Es verdad! Se había olvidado de su admirador secreto… ¡Que despiste!


Soledad se quedó pensativa, había plantado a su pretendiente y aún así él quería quedar de nuevo con ella. No acaba de entenderlo pero decidió que a esa cita no faltaría, porqué... ¿y si no hubiera un tercer intento? Abrió su armario y miró la ropa que tenia, no se había llevado demasiada ropa pero busco el vestido más bonito que tenia para su "cita", y, aún sabiendo que aún quedaban 6 días para conocerle no podía evitar sus ganas de verlo.


Se vistió y salió de su habitación. Bajó las escaleras corriendo y en unos segundos ya estaba en la calle. Fue a comer en un restaurante que le habían recomendado y después estubo dando una vuelta por la ciudad. No paraba de ver tiendas y decidió entrar en una para comprarle algún regalo a su familia,al cabo de unos 15 minutos salió de la tienda con 5 bolsas y 150€ menos en su tarjeta de crédito. Al llegar otra vez al hotel entró en su ordenador,después de escuchar música un rato mientras reflexionaba sobre su admirador secreto una luz se encendió en su ordenador y vio que Nil estaba conectado, sus manos no supieron moverse a tiempo y antes que Soledad pudiera desconectarse Nil le habló.


-HoLa

Nil no obtuvo respuesta.

- Sol se que estas conectada respondeme.
Por favor tenemos que hablar.

-Yo contigo ya no tengo nada que hablar, creo que te lo deje bien claro la ultima vez que nos
vimos.

-No me escuchaste, ni me dejaste que me explicara.

-No me tienes que explicar nada, y da gracias que no me he desconectado.

Soledad aparto el ordenador y empezó a pensar en la ultima vez que hablo con Nil. Fue muy duro enterarse que le había engañado y aún que ella le había dejado muy claro que no quería volver ha verlo aún sentía mucho por él. El sonido del ordenador hizo que volviera en si.

-Soledad no te vayas, puedo explicártelo todo, si me dejas....
Sol? Por favor respondeme...

-Tienes 1 minuto y me iré. No tengo más que decir.

-Fue un TERRIBLE error y lo siento, nunca tendría que haberlo echo, pero.... lo echo echo
esta y lo único que te pido es una segunda oportunidad; Yo aún te quiero y creo que tu
también a mi. Nunca he querido a nadie come te quiero a ti, eres lo más importante de mi vida y
necesito saber que me perdonas y que por lo menos seguiremos siendo amigos. Te necesito, mi
Sol, lo eres todo para mi, no volveré a fallarte nunca. LO PROMETO.

-Eso es todo???

A Soledad le costaba estar tan distante e indiferente; le hubiera encantado decir que sí que le perdonaba y que todo volviera a la normalidad, pero sabia que tarde o temprano el engaño se volvería a repetir y no quería volver a sufrir.

-SI.

En ese mismo instante Soledad apago el ordenador y lo dejó en la mesa, se tiró en la cama y después de leer un rato pensó que el día ya había sido muy largo para ella, y entre lágrimas se durmió. Nil por otro lado se quedo mirando la pantalla esperando a que alguien respondiera, pero cuando vio que Soledad se había desconectado su rostro cambió completamente. Ya no esperaba respuesta.




11."...Seguiré contando los segundos....."

-¿En serio tenemos de ensayar hoy? ¡Pero si son las fiestas de Navidad!- Dijo Sydney con la arrogancia de siempre.


-Pues sí. La representación es de aquí 4 meses y estaría bien que la tuviéramos acabada. Aún que si prefieres irte creo que recuerdas donde está la puerta.


Sydney miró a Soledad con odio y decidió no hacer más comentarios al respecto.


-Perfecto, entonces empecemos.- Dijo Soledad.- La primera escena, los actores al escenario.


Los 4 actores subieron las escaleras hacia el escenario y empezaron a actuar. Todo iba bien hasta que Lluc no continuó con el diálogo.


Soledad miró curiosa el guión.


-Lluc, creo que te toca. Estás muy distante. ¿Va todo bien?


-Si, lo siento Soledad. No volverá a ocurrir.- Dijo Lluc como si acabara de aterrar en la Tierra.


-No pasa nada; continuemos donde lo hemos dejado.


Todos volvieron a su posición y el dialogo continuó con normalidad.
Al llegar casi al final de la escena Soledad prestó más atención de la que había prestado en toda la mañana. Las frases que venían a continuación estaban inspiradas en un diálogo que mantuvieron Nil y ella mientras duró su relación, para ella tenían más significado que para nadie.


-No podemos seguir viéndonos.- Dijo Sydney interpretando su papel. Tenia que admitirlo, no sería una gran persona pero si una gran actriz.


La frase continuó y cada letra derrumbaba más a Soledad, ella sabía que dejarlo con Nil fue lo mejor y que le ayudó a cumplir su sueño pero algo dentro de ella le impedía ser feliz.


-No entiendo el porqué, pero, si es así como lo deseas me iré, y seguiré contando los segundos que me quedan para reencontrarme contigo.- Esa ultima frase de Lluc hizo derramar unas lágrimas a Soledad que intento disimular como pudo.


Los actores pararon y esperaron algún comentario de Soledad, ella no decía nada y los actores y sobretodo Sydney que se empezaba a impacientar.


-Ejem,ejem...


-Eh...-Soledad volvió en si- Muy bien chicos podemos dar por finalizado el ensayo. Lo habéis hecho muy bien. Nos vemos mañana.


Sydney salió por la puerta principal antes que nadie y poco a poco el teatro se fue vaciando, sólo quedaban Lluc y Soledad.


-¡Ey!Te quejabas de mi, pero, tu no es que estés muy centrada.


-Lo siento, es que tengo demasiadas cosas en la cabeza, ya ves, demasiadas emociones en unos cuantos días...


-Te entiendo perfectamente... En fin se me hace tarde, adiós.

-Hasta mañana.


10. Un mensaje y un ensayo

El despertador sonó a las siete, la hora que Soledad le había puesto, pero parecía mucho antes. Vio su móvil con la luz azul característica de los mensajes.

“Un mensaje nuevo recibido”- Avisaba la pantalla.

Lo abrió con las mismas ganas que un niño abre un regalo el día de su cumpleaños y sabe que es ropa, es decir ninguna.

Si la vida me diese un deseo, desearía conocerte de nuevo.
Te espero a las 2:00h en la cafetería Merveilleuse. No tardes.


El mensaje llegaba sin firmar. Primero decidió no ir. ¿Quién se lo enviaba? ¿Quien quería conocerla de nuevo? Como no se le ocurrio nadie, la curiosidad le pudo y decidió que iria a la cafeteria pero solo para curiosidad.

Cuando tuvo decidido esto tuvo decidido que iba a “estrenar” la bañera, ponerse esa sudadera que utilizaba los dias de examen, iba a desayunar, a ir al ensayo.... ¡QUE SE IBA A COMER EL MUNDO!...

Dos horas más tarde, Soledad estaba sentada en el taxi de Mariana a punto de llegar al primer de día de ensayo. En cuanto entró por la puerta vió lo que había conseguido. En cuanto consiguió que todo estuviera en orden, intentó “descubrir” quien era quién en aquel laberinto de caras conocidas. Una vez los organizó les dio a todos la mañana libre excepto a los que se identificaron como los “3 protagonistas” más uno que faltaba, es decir; Lluc que hacía de Oscar, Sydney que hacía de Maite, Rosalie que hacía de Miranda, la mejor amiga de Maite y él que faltaba que hacía de Yago.

La puerta del teatro se abrió y un chico, medio ahogado entró.

-¡Hombre menos mal!- Le gritó Rosalie.- Es el que faltaba- le especificó a Soledad que tenía cara de faltarle algo.
-¿Como te llamas?- Le preguntó Soledad cuando llegó hasta ellos.
-Hasta que me liberé de mis hermanos mayores y empecé el cole, creía que me llamaba "Cállate".

Las risas se generalizaron.

-Ya, ¿y ahora? ¿O te llamó Cállate?
-No, me llamo Fernando, pero llamame Fer.
-Encantada Fer. La próxima vez llega un poco antes. ¿Empezamos?



9. Una vuelta por la antigua vida.

Cuando Soledad llegó al hotel, lo primero que hizo fue llamar a Lluc:

-El teléfono que ha llamado esta apagado o fuera de cobertura.

Soledad se desanimo un poco, pero decidió coger su ordenador y empezó ha escribir un mensaje para sus hermanas.

Hola! Que tal chicas? Por París va todo bastante bien, y tengo un montón de cosas que contaros:
  1. El hotel donde me alojo es estupendo, tiene servicio de habitaciones, unas vistas estupendas, un jardín enorme y precioso, y, (esto va por ti Blanca) ¡una tienda de regalos llena de bolas de nieve! No té preocupes, ya te traeré una, o dos, porque conociéndote seguro que rompes la primera; :) No te enfades, era una broma.
  2. He empezado los castings, y, aunque al principio me agobie un poco ya tenemos al prota, se llama Lluc, y es un chico muy amable. También estamos a punto de escoger a la chica, no me gusta como es de carácter, pero actúa muy bien.
Buf!! Tengo un montón de cosas mas que contaros, ojala no tardemos en vernos, y os paséis un día por París, que por cierto, ES PRECIOSO.

PD: Espero que me devolváis el mensaje lo antes posible, tengo muchas ganas de saber como os va, ( Tu también Elsa, que hace mucho que no me hablas de tu novio y tengo ganas de saber como te va con el).

Adiós wapas, besos Soledad. :D “

Justo cuando Soledad acabó de enviar el mensaje ha sus hermanas, cerró el ordenador y oyó el sonido de su móvil. Era un mensaje.

-Ojala que sea de Lluc...- Dijo Soledad para si misma.

Soledad, ya no me contestas a las llamadas, por favor tenemos que hablar, dejame disculparme. Es lo único que té pido.
Besos Nil.”

-Besos Nil- Dijo Soledad burleta, mientras continuaba hablándole al móvil- Pues que sepas que estoy en París cumpliendo mi sueño, y que no me hacen falta tus disculpas.

En eso momento Soledad empezó ha entristecerse, porque, aunque gracias al engaño de Nil hubiera conseguido su sueño, no dejaba de pensar en lo que lo quiso, y, que de algún modo, aún lo quería un poco.


8. Un café agri-dulce

El tiempo pasaba y no encontraban ninguna chica que pudiera encajar en el papel de Maite. Solo quedaba una aspirante y a Soledad no le entusiasmaba la idea de que fuera su ultima opción.
-Sydney Herkel.
-¡Ya era hora! Llevo casi 1 hora esperando.-Dijo Sydney muy impertinente.
-Bueno lo importante es que ya estas aquí, y cuando te apetezca puedes empezar.-Dijo Soledad intentando calmar la situación para irse cuanto antes a casa
-Si, ya puedes empezar...- Dijo Lluc un poco nervioso- cuando antes empecemos, antes acabaremos- Dijo susurrando al oído de Soledad.
-Sorry chicos, pero me gustaría empezar.
-Claro.

Sydney empezó a actuar y a recitar el guion, y, aún que a Soledad no le gustaba el comportamiento de Sydney tenía que admitir que lo hacía muy bien. A Lluc también parecía gustarle, ya que lo le quitaba los ojos de encima.

-Bien, lo has echo bastante bien.
-No ha estado mal... -Dijo Soledad.
-Fabuloso, ¿entonces tengo el papel?
-Bueno deja tu número y ya te llamaremos si consigues el papel.

Lluc y Soledad decidieron ir ha tomar algo, para hablar sobre quien podía encajar mejor en el papel.

-Yo creo que Sara podría hacer de Maite muy bien- Dijo Lluc, tomándose el café un poco nervioso.
-¿Sara?¿En serio?, si no se sabía ni el papel.
-Ah...¿Y que tal Dominique?
-Ha, muy bien, dado que no se ha presentado. Lluc, ¿te pasa algo? Te veo un poco distraído.
-No, no, ami no me pasa nada.
-Vale. Yo creo que, mal que me pese, quien lo ha echo mejor ha sido Sydney.
-Como ¿Sydney?
-Si en mi opinión si.- Dijo Soledad un poco extrañada por la reacción de Lluc.
-Bueno, no lo ha echo mal....- Lluc se miró el reloj y grito aliviado -Es tarde, tengo que irme.

Soledad se quedo sola, en la cafetería, apenas había dos personas y se percató que las camareras no estaban muy por la labor, así que se acerco a la barra y pidió la cuenta mientras pensaba que le podía pasar a Lluc.


7. Una rubia con tacones

Las horas pasaron volando y Soledad y, esta vez, Lluc se reunieron otra vez en los casting, para intentar encontrar a la perfecta Maite.

Las puertas se abrieron y unas diez chicas entraron casi a la vez. El equipo les indicó que esperaran fuera y todas aceptaron menos una. Destacaba entre la multitud. Llevaba unos tacones de cinco centímetros, unos pantalones pitillos rosa chicle, una camisa blanca que debía ser unas tres tallas menos de la que debería llevar, un chicle en la boca, unas gafas de sol que tenían las tallas que le faltaban a la camisa, unos pendientes de aro y una larga melena rubia.

-Sorry chicas! Soy the One, así que empiezo the first, no?- Se acerco a Soledad y le petó la burbuja de chicle a cinco centimetros de ella.

Soledad tuvo un flashback del pasado.

Se veía a ella misma pero con unos años menos en el patio del colegio.
Una burbuja de chicle le petó en la boca.
-¿Pero quien hay aquí? Si es la mismísima Soledad “Dientes de conejo” ¿Te has comido ya las zanahorias?...”

Risas. Burlas colectivas. Sólo escuchaba eso.

-¡Soledad! ¿Soledad? ¿Hola, estas bien?

Soledad se recuperó.

-Sí,sí. ¡No! Tú te has de esperar fuera como el resto, no ibas a ser tú más que las demas. ¿Deborah Jerkeis?

Una débil voz sonó desde el principio de la cola.

-Si, soy yo. Pero que me puedo esperar.
-¡No! Pasa, pasa. La señorita...- Soledad indicó a la rubia su nombre.
-Sr.Herkel, Sydney Herkel.
-La señorita Herkel hará el favor de esperarse fuera como las diez chicas más.
-Claro...


6.Tienes el papel

-¿Angel Pier?, ¿Angel Pier?, ¿Angel Pier?. Nada. Es el tercer chico en media hora que no se presenta. Soledad, vas a tener que irte decidiendo entre los que hemos visto.
-¿A sí? ¿Quien? ¿Él que nos escupió, él que se había aprendido la parte de Maite o aquel chico que aún no logró comprender que le pasaba en las manos?

La verdad es que los castings habían ido de mal en peor. No había ninguno que se pudiera salvar. Soledad veía cada vez más como su obra se iba a pique, pero entonces....

-Hola, perdone, ¿es aquí la prueba para Oscar?- Un chico tímido, de unos dos metros, castaño y de unos profundos ojos azul celeste salió de detrás de la puerta.
-Si. ¿Es usted Angel Pier?
-No, soy Lluc Vial, a su disposición.
-Lluc, Lluc, Lluc. Lluc Vial. No, aquí no sale. Lo siento, no puede hacer la prueba.- Dijo unas de las ayudantes.
-¿Porque no? ¡Claro que si! Venga pasa, ahora te toca ti.-Dijo Soledad.
-Pero Soledad...
-Por uno que se presenta. Calla, que quiero escucharle.


Increíble. Había sido increíble. Ni escupía, ni tenia problemas raros en las manos, ¡Y se había aprendido su guión! ¡Fantástico!
Soledad aún no se lo creía.

-¿Que edad tienes Lluc?
-Dieciocho años.
-Un momentito. Chicas, reunión- Ordeno Soledad.

Al cabo de un rato de votaciones y susurros, la gente se dispersó. Era el momento de comunicarle la decisión.

-Lluc...
-¿Si?
A Soledad se le dibujó una sonrisa en la cara:
-¡Vas a interpretar a Oscar!

Soledad le empezó ha explicar a Lluc los ensayos y demás cosas. Mientras él estaba impaciente por contárselo a su madre cuando le viniera a recoger en el taxi 11234. No se iba a creer que su hijo pequeño fuera a ser actor.